HISTORIA

El verano de 1907 en Londres, Inglaterra el director gerente de la White Star, Bruce Lsmay se reune a una cena en la mansión de Belgravia, conocida como Downshire House, hogar de lord James Pirrie, socio de la firma Harland and Wolff, para crear los tres barcos más grandes y lujosos jamas construídos hasta entonces. Éstos barcos serían hermanos lo cual el parecido seria sensacional, sus nombres Olympic, "Britanic", y el más grande y lujoso de los tres, el TITANIC.




"DOWNSHIRE HOUSE": Hogar londinense de los Pirrie, donde surgió la idea del Titanic. Ahora es la sede de la embajada de España en Gran Bretaña






La Harland And Wolff en Belfast eran los astilleros que construían a todos los barcos de la White Star y los que construyeron el Titanic, supervisado por el director gerente de la firma, Thomas Andrews.

El viaje inaugural comenzó el miércoles 10 de abril de 1912 en el puerto de Southampton donde tenia programado zarpar a las 12:00 hs. El capitán asignado Edward J. Smith, éste sería el último viaje antes de retirarse. Próxima parada Cherburgo (Francia). Allí tenían programado descender pasajeros, alsar correo y subir nuevos pasajeros a bordo,el más destacado de ellos fue el coronel John Jacob Astor, el más rico del barco, y su joven segunda esposa Madeleine embarazada de cinco meses.

Debido al retraso en abandonar Southampton, causado por el incidente con el transatlántico "New York", el Titanic no llegó a Francia hasta el anochecer.
El Breve viaje a Cherburgo transcurrió sin incidentes, con excepción de un incendio en un depósito de carbón de estribor, en la sala de calderas número 5.

Al día siguiente, el 11 de abril, el gran Titanic llegó a Queenstown, en la costa sur de Irlanda, para que los transbordadores de la White Star trajeran a más pasajeros y correo. Al anochecer, la línea de la costa se alejó hacia el noroeste y las montañas irlandesas se difumaron en la distancia. Muchos de los emigrantes que iban a bordo se dieron cuenta de que quizá fuera aquélla la última vez que verían Europa.

Luego de su hermosa partida en Southampton, parada en Francia e Irlanda y sus 4 días en alta mar, el domingo 14 de abril a las 23:30 hs los vigías Frederick Fleet y Lee estaban de guardia cuando Fleet pudo ver en el horizonte un iceberg que se interponía justo en frente de su ruta.

_ Hay hielo delante_ dijo, al tiempo que buscaba el timbre de la atalaya. Lo hizo sonar tres veces, la señal para indicar que había algo justo delante. Luego, tomó el teléfono. En cuanto oyó que alguien lo cogía en la caseta de gobierno, habló_ Hay alguien ahí?
_ Si_ contestó el sexto oficial Moody_ Que ve?
_ Iceberg justo delante.
_ Gracias_ dijo Moody automáticamente y colgó_ Iceberg delante!!!_ le grito al primer oficial William Murdoch, pero éste ya había visto el hielo y corría desesperadamente hacia el telégrafo que conectaba con la sala de máquinas. Al mismo tiempo que señalaba "todo atrás", le ordeno al suboficial (timonel) Robert Hichens: "todo a babor" e inmediatamente la rueda del timón giro completamente.

La orden procedía de los antiguos tiempos de la navegación a vela, cuando situar la caña a estribor hacia que el barco virara a babor.

En la atalaya, Frederick Fleet aún sostenía el teléfono en la mano, a la espera anhelente de que la proa empezara a virar a babor. A medida que la masa oscura se acercaba más, con sólo un borde blanco en su parte superior, los dos vigías se prepararon para lo peor. Finalmente, la proa del barco empezó a virar. Al principio, pareció como si el Titanic fuera a pasar, pero, cuando el iceberg se movió a lo largo de la banda de estribor, se oyó un extraño sonido de rascado.

* Durante las bruscas maniobras por intentar esquivar el iceberg la hélice del medio dejó de funcionar por fallidos mecánicos.

La Colisión se había producido a las 23:40 horas.

Como todos los cuanto mayor fuera su velocidad de avance. Murdoch no sólo había detenido los motores, sino que había ordenado dar marcha atrás.

Un momento después el capitán Smith se precipitó al puente.

_¿Con qué hemos chocado? _ Preguntó.

_ Con un iceberg, señor _ le contestó Murdoch _. Lo hice virar a babor y poner los motores en todo atrás, pero fue demasiado tarde. Lo alcanzó. Tenía la intención de rodearlo por babor, pero chocó antes de que pudiera hacer más.

_ Cierre las puertas estancas _ ordenó Smith.

_ Las puertas estancas están cerradas, señor.

Luego Smith le preguntó a Murdoch si había hecho sonar el timbre de alarma y el primer oficial le respondió que sí.

Ahora, el capitán Smith se enfrentaba al horrible hecho de que su barco había sufrido daños, aunque todavía desconocía su gravedad. Además, no había estado presente en el puente durante la parte más crítica del viaje.

* Ningún aspecto d la tragedia del Titanic indignó más que el hecho de que el barco sólo llevara botes salvavidas para algo más de la mitad de las 2.200 personas que iban a bordo. Las desfasadas reglas del ministerio de Comercio británico para buques de más de 10.000 toneladas, sólo exigían un mínimo de 16 botes salvavidas, con una capacidad de 147 metros cúbicos, más balsas salvavidas y flotadores igual al 75 por ciento de la capacidad de los botes. Eso significaba que al Titanic, de 46.328 toneladas, con capacidad para transportar a 3.511 pasajeros y tripulantes, sólo se le exigían botes para 962 personas. De hecho, la White Star había superado las reglas el incluir cuatro botes plegables, con espacio total para 1.178 personas.












El primer bote en abandonar el barco fue el número 7, al mando del oficial Pitman, a pesar de tener una capacidad para sesenta y cinco pasajeros, sólo llevaba veintiocho.

El segundo bote en abandonar el Titanic fue el número 5, también bajo el mando de Pitman, y se ataría con el bote 7 luego durante la noche.

Mientras se cargaban y botaban los dos primeros botes salvavidas, en la cabina del radiotelegrafista, Jack Phillips, seguía enviando mensajes de socorro. La noticia no tardó en extenderse por el océano, y al cabo de poco Phillips empezó a recibir llamadas de otros buques. La primera fue la del vapor alemán Frankfurt, pidiendo que se mantuviera a la escucha, aparentemente mientras el operador informaba a su capitán. Smith preguntó cuál era la posición del Frankfurt, y Bride contestó que la conseguirían en cuanto fuera posible.

Para cuando el radiotelegrafista regresó, Phillips había recibido comunicación del Carpathia, de la Cunard, en la que daba su posición y decía que acudía a toda máquina. Volvió a enviar a Bride para que informará al capitán.

Una vez que Bride encontró al capitán regresaron juntos a la cabina de radio y le preguntó a Phillips con qué otros barcos había contactado, y éste contestó que con el Olympic, que se encontraba a quinientas millas de distancia, en dirección a Inglaterra.

_ ¿Qué señal envía? _ preguntó Smith.

_ Un CQD _ contestó Phillips.

_ Envía un SOS _ sugirió Bride _ Es la nueva señal y puede que sea la última oportunidad de enviarla.

Tras haber calculado la distancia entre el Carpathia y el Titanic, SMith se marchó sin hacer comentarios. El transatlántico de la Cunard tardaría por lo menos cuatro horas en llega hasta ellos.

El hundimiento del Titanic era lento, las luces permanecían encendidas e iban desapareciendo por debajo del agua, la vista desde los botes era un espectáculo maravilloso aunque trágico al mismo tiempo. Una de las causas de tal tragedia fue a causa de que la gente tardo mucho en darse cuenta que era mas seguro estar a la deriva en uno de los pequeños botes en el helado océano en que estar a bordo del lujoso barco.

Hubo mucho caos con respecto a los botes, a pesar que se había dado la orden de "niños y mujeres primero" (lo cual se respeto un tiempo) la reacción de algunos hombres envueltos en desesperación no impidió que éstos saltaran dentro de aquellos.

Cada uno de los botes tuvo su participacion en la tragedia y cada uno de ellos se destacó en algo en particular, ese fue el caso de los botes 13 y 15. Luego de descender el bote 13 y tocar el mar el vertido de agua de una descarga del condensador lo empuja bruscamente arrastrándolo hacia abajo del bote 15 que venia descendiendo y muy rápidamente por encima de éste. Los tripulantes del 13 consiguieron cortar las cuerdas y alejar el bote a remo, evitando el choque por muy poco.

Así y peor fue el desastre que ocurrió con las personas de tercera clase, a quienes se las mantuvo atrapadas durante el hundimiento impidiéndoles acceder a niveles superiores del barco en busca de una oportunidad para sobrevivir e impedir ahogarse. Éste acto inhumano de parte de los encargados del barco fue oculto luego del hundimiento en tribunales y los únicos testigos de la verdad eran los mismos pasajeros, pero para esa época lamentablemente la opinión de las personas eran escuchadas y tomadas en cuenta dependiendo de su clase.

Unos de los verdaderos héroes de la tragedia fueron sin duda la Orquesta de la White Star, la que siguió tocando sin parar hasta los últimos momentos del barco, con intención de que la gente olvidara un poco el pánico que envolvía el ambiente.

Cuando el silbato de un oficial sonó desde el Titanic llamando al bote 6 para que regresara, Hichens ordenó a los dos hombres que dejaran de remar para poder escuchar. Los ocupantes del bote pudieron oír gritar al capitán Smith: "Vengan aquí", y vieron a Hichens debatirse entre obedecer o no. Algunas de las mujeres le recordaron entonces que, al partir, las órdenes de capitán habían sido que remaran hacia la luz que se veía en la distancia. Finalmente, el suboficial decidió que sería más seguro continuar alejándose.

En la cabina del radiotelegrafista, con las luces cada vez más débiles, Jack Phillips seguía manejando el manipulador. Mientras lo hacía, Harold Bride le ayudó a ponerse el abrigo y el chaleco salvavidas. En ese momento entró el capitán y Bride observó que no llevaba aquél.

_ Muchachos, han cumplido ustedes con su deber _ les dijo Smith _. Ya no pueden hacer nada más. Abandonen la cabina. _ Ellos no se movieron _ . Cuídense _ siguió diciendo el capitán _ Les relevo. Así son las cosas en este momento. Que cada cual cuide de sí mismo.

Una vez que el capitán Smith se hubo marchado, Phillips volvió al manipulador. Bride se sintió conmovido por la forma en que Phillips permaneció en su puesto mientras el barco estaba a punto de hundirse bajo él. Entró en su camarote para coger el dinero y al regresar encontró a un fogonero que intentaba quitarle el chaleco salvavidas a Phillips. Al agarrar Bride al hombre, Phillips se puso en pie de un salto y siguió una pelea. Finalmente, Bride pudo sujetar al tripulante, lo que permitió a Phillips golpearle hasta que el hombre cayó al suelo. Pudieron oír entonces que el agua penetraba en el puente.

_ Larguémosno de aquí _ gritó Phillips.

Dejaron a fogonero abandonado a su suerte y salieron corriendo de la cabina.

A pesar de haber suficiente drama en los botes, ésta cubierta se mantenía lo suficientemente calma; en el momento en que el agua ingresó en éste nivel la gente se sintió atrapada por la misma. Mucha gente comenzaba a tirar objetos al agua como sillas, pedasos de maderas, salvavidas y todo elemento flotante con intención de arrojarse y flotar con los objetos a la deriva.

La desesperación se sentía cada vez más, la orquesta que estaba ubicada cerca de la entrada de primera terminó de tocar ya que la gente y el agua se le venían encima de una manera avasayante, los botes que aun no habían descendido justamente eran lo que se encontraban más cerca de proa, por los que fueron los primeros en apurarse a salir de una manera extraordinaria. Los botes plegables A y B se encontraban arriba del techo del alojamiento de oficiales, no se pensó en un principio como bajarlos en caso de emergencia ya que no constaban de pescantes a los lados; por los que los pasajeros se las ingeniaron poniendo palos inclinados apoyando una punta en el techo y la otra en el nivel al que iban a descenderlo, pero al no tener en cuenta el peso de los botes las maderas se quebraban cayendo los botes bruscamente. Por tal motivo el plegable B cayó dado vuelta.

Los oficiales pedían a gritos que cortaran los pescantes de los botes para poder partir antes que llegue el agua pero el agua avanzó de tal forma que los alcanzó sin antes siquiera la gente se encontrase dentro. Fue por ésto que muchos se abalanzaron de inmediato y el plegable A se lleno de agua, se mantuvo así hasta ser rescatado; al igual que el plegable B que se mantuvo dado vuelta hasta el final.

Con una gran desgarradura de metal, la primera chimenea se inclinó de repente y cayó hacia la proa. Al restallar sobre el agua entre una nube de chispas y hollín, creó una ola que barrió a todos los que se encontraban sobre el bote plegable B, vuelto hacia abajo, y empujó el bote a unos siete metros de distancia del buque.

En el interior del barco el agua había llegado a la escalera principal, la gente que se encontraba en el lugar desesperada subía las escaleras salvandose del helada agua. En el mismo momento que surgía el pánico y entraba gente por ventanas rotas la cúpula de cristal se rompe a causa de la presión del agua asotando desde arriba, ahogando a todas las personas que se encontraban debajo.

La nave seguía desapareciendo lenta pero amenasantemente por debajo del helada agua, ahora las hélices y timón del barco quedaban totalmente a la vista de los botes que se alejaban con miedo a que el hundimiento los arrastrase con él.

Con una inclinación de casi 45º sólo se alcanzaban a ver las últimas dos chimeneas saliendo del agua de las 4 que tenía el Titanic. Desde los botes en el mar se podía sentir el desastre que sufría el barco en su interior de elementos destrozados por semejante grado de inclinación, así como los pasajeros a bordo se deslizaban por cubierta hasta caer al agua, otros se golpeaban con elementos del barco mismo y mientras que otros caían arriba de otros pasajeros.

En un momento las luces, que de algún modo habían permanecido encendidas hasta ahora, se apagaron de repente, lo que sumió el océano en la más completa oscuridad, y, para los que se hallaban en los botes más alejados, el Titanic sólo fue ya un oscuro perfil en el cielo estrellado.

De repente, el enorme barco empezó a partirse entre la tercer y cuarta chimenea. Al partirse en dos, la proa del Titanic desapareció por completo bajo la superficie, y la popa cayó y por un momento se mantuvo casi en equilibrio con el agua. Pocos segundos después, también empezó a hundirse, con el extremo roto inclinándose y la sección de popa elevándose más y más hasta situarse casi perpendicular al agua.
La sección de popa del barco permaneció vertical e inmóvil durante lo que diversas personas estimaron entre treinta segundos y varios minutos, y luego empezó a hundirse, cobrando velocidad a medida que descendía. Justo en el momento en que la popa del Titanic desaparecía, emanaron del lugar cuatro estampidos finales. Eran las 2:20 horas.
_ Ha desaparecido, muchachos _ dijo un tripulante en el bote 3. Ahora ya sólo quedaban los diminutos botes salvavidas, esparcidos sobre un océano vacío.

RESCATE:
Había transcurrido ya más de una hora desde el hundimiento del Titanic cuando Arthur Rostron, capitán del Carpathia de la Cunard que viajaba a 17 nudos esa misma noche, comensó a distinguir a lo lejos y un poco por debajo de ellos una luz verde que la divisó como la vengala de uno de los botes del Titanic. En ese momento disminuyo la marcha y se posó cerca del bote 13 que venía en camino.

Eran poco más de las cuatro de la madrugada, y a medida que los botes empezaban a remar hacia las luces del Carpathia, aparecía el débil resplandor dorado del amanecer por el este…

DESCUBRIMIENTO:
73 años más tarde, el 1 de septiembre de 1985, Dr. Robert D. Ballard junto con IFREMER y el equipo de Jean Louis Michel son los primeros en ver los restos del barco, tras años de investigación y búsquedas fallidas.